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Monumento a la Revolución

*Fotografía: CarlosGalvanMex, Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International license.*

Entre los símbolos más emblemáticos de la Ciudad de México, el Monumento a la Revolución Mexicana es casi tan complejo y ambiguo como el evento histórico que hoy pretende conmemorar. Obra arquitectónica inacabada, comenzó como la cúpula de un Palacio para la el Poder Legislativo Federal. Porfirio Díaz colocó la primera piedra en 1910 (aunque el proyecto había sido planeado desde 1897), pero, el tiempo que sobrevivió Díaz fue ya muy breve y estaba por comenzar la Revolución de 1910. Fue derrocado al año siguiente después de más de 31 años de detentar un poder casi absoluto.

Aunque el recién elegido Francisco Madero financió la obra hasta 1913, con el asesinato de Madero y el comienzo de la segunda y más violenta fase de la revolución, el proyecto languideció. Aunque la revolución fue más o menos concluida en 1920, los cambios fueron tan profundos que retrasaron cualquier reanudación del proyecto por otros 13 años.

El arquitecto Carlos Obregón Santacilia, propuso y ganó apoyo para la idea de convertir la estructura, ahora abandonada hace mucho tiempo, en un monumento a los héroes de la Revolución Mexicana. Los trabajos no empezaron sino hasta 1933. El resultado es una mezcla única de Art Deco y Realismo Socialista Mexicano superpuesta sobre una estructura de cúpula existente y obviamente neoclásica. El escultor Oliverio Martínez diseñó cuatro grupos de esculturas de piedra para las esquinas del monumento, incluidas las que representan alegóricamente La Independencia, Las Leyes de Reforma, Las Leyes Agrarias y Las Leyes Obreras. Martínez contó con la ayuda de un joven, Francisco Zúñiga, que había llegado de Costa Rica para estudiar escultura en 1936.

El monumento y el museo subterráneo también sirven como mausoleo para los héroes caídos de la Revolución. El monumento es el lugar de descanso final de Francisco “Pancho” Villa, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, Venustiano Carranza, y Lázaro Cárdenas.